domingo, 9 de octubre de 2011

Capítulo 12: En Problemas.


-

“¿Qué te pasa?-. La pregunta había venido desde un costado de la banca. Una niña de mirada curiosa lo observaba sonriente. Llevaba el cabello recogido en una coleta y un vestido de verde llamativo la envolvía el diminuto cuerpecito abrazada a un oso de peluche. No paraba de sonreír.

- Na-nada-. Le respondió el hombre, tratando de enjuagarse una única lagrima que había caído desde sus ojos.

- ¿Por qué lloras?, no tienes que estar triste-. La voz cantadita de la pequeña le hizo sacar una sonrisa. Los ojos almendrados de la menor lo miraban con asombro.- Así está mejor-. Sin saber porque, rió.

- ¿Estas sola?-. Era tiempo de que él preguntara ahora.

Negó con la cabeza efusivamente.

- Emily fue por unos helados-. Dijo ella.- Es mi hermana-. Agregó luego con un susurro, haciendo reír por momentos a Billie Joe.- ¿Por qué estabas triste?-. Insistió la niña.

- No estaba triste-. Dijo con simpleza el hombre, cosa que no convenció a la menor ya que entrejuntó las cejas tratando de hacerse notar su enojo.- No vale la pena, de verdad… -.

- ¿No me mientes?-.

- Claro que no, ¿Por qué debía de hacerlo?-.

- No lo sé-. Explicó la menor, encogiéndose de hombros y abrazando más a su peluche.- ¿Cómo te llamas?-.

- Billie Joe… ¿tu?-. Con aquella pregunta a la menor le comenzaron a brillar los ojos. Si que se emocionaba con poco.

- Mi hermana me dice Sophie-. Explicó ella mirando hacia donde se había ido Emily.- Él es Chuck-. Estiró todo lo que pudo su peluche hacia delante para que Billie lo viera.

- Mucho gusto… Chuck-. Espetó ceremoniosamente él en cambio, tomando una de las manitas del peluche y estrechándola en un saludo.- ¿Cuántos años tienes, Sophie?-. Le era indescriptiblemente agradable conversar con aquella pequeña desconocida, había sido casi un angelito caído para que pudiera borrarse por unos instantes los problemas que lo acongojaban.

- Mm… seis-. Dijo detenidamente.-aun que me confundo porque Emily me dice que a veces parezco como una niña de diez años… pero no lo sé-. Su voz chillona era chistosísima a la hora de explicar algo.- No me gustaría tener diez-.

- ¿Por qué?, a mi me parecería muy divertido tener diez. Puedes hacer muchas más cosas que si tuvieras cinco o seis-. Explicó Billie… pero al parecer ella no había entendido ya que giró levemente la cabeza en una clara señal de desconocimiento.- Puedes jugar mucho más-.

- Yo juego mucho cuando estoy con Emily, pero cuando mamá llega no me deja divertir-.

- ¿Y eso?-.

- No lo sé… dice que me puedo hacer daño-.

- Eso es una consecuencia de jugar mucho… a que si-.

- ¡CLARO!, pero luego regañan a Emily y eso no me gusta-. Había hecho u gesto tan cómico con la boca que a Billie no le quedo otra que reír.- ¡MI HELADO!-. Gritó de pronto mientras seguía a alguien con la mirada… al parecer avanzándose hacia ellos.

Rápidamente Billie giró en su misma posición, topándose con una silueta femenina que sujetaba un cono de helado en su mano. No podía verle bien el rostro, la luz del sol molestaba un poco.”

Aun no podía creer en su actitud. Se lo llevaba imaginando tanto tiempo que en ninguna oportunidad pensó en poder perdonar a su padre.

Llevaba caminando no mucho. Había dejado a Sophie en la parada del microbús y desde ahí decidió caminar hasta el edificio en donde debía de estar trabajando Jeremy.

Podría llamar a Matt, necesito escuchar la voz de alguien”, pensaba mientras cruzaba una avenida. Sin pensarlo mas tomó su celular y marco el numero de su novio. “Uno, dos, tres, cuatro, se oye un Aló”.

- Hola amor-. Saludo con suma ternura Mathew desde la otra línea. Se podía oír risas y gritos de niños, a lo mejor estaba en alguna plaza.- ¿Cómo estas?

- Bi-bien y tu?, y los niños?-. Escucho como soltaba una pequeña risita. Eso la alivio aun más.

- Estamos bien, extrañándote un montón-. Fue el turno de Emily de soltar una risa. -¿Cómo está Jery?, ¿te a obligado a salir?-.

- Está bien. Un poco enojado conmigo aun por… porque aun no le he dicho nada de lo que me pasó, pero creo que ya debe saber. Hoy fue con el equipo a tomar otras fotografías así que, recibiré un gran reto-. Dijo torciendo la boca de solo haberse imaginado la reacción de su amigo.

Se oyó un largo suspiro.

- Fuiste-. Exclamó afirmativamente Matt

- Debía de hacerlo-.

- Claro que debías. ¿Cómo lo tomo tu padre?-.

- Fue un tanto sorpresivo la verdad-. Dijo ella.- pero quedamos bien-. No muy lejos de ella se encontraba una pequeña plazoleta en donde no hubo negación en parte de ella al ir ahí.

Silencio.

- ¿Quieres hablar con los chicos?-. Preguntó Matt a lo que Emy soltó un claro:

- Si, por favor-. No hablaba con ellos desde que había abordado el avión desde Nueva York, necesitaba escuchar sus voces.

- ¿Cómo te llamas?-. Le pregunto en completa curiosidad Chuck al hombre que hacia no muy poco la había encontrado perdida.

Billie Joe sabía que no debía estar ahí, recordando como si todo volviera a ser como antes. Que de pronto apareciera Emily y que todo el dolor que había sufrido desde la última vez que la había visto, desapareciera. No debía por que Matt podría sospechar y tratar de alejarlo de su familia, aun sabiendo que el nada podía hacer ahí. No debía por el simple hecho que estar con los hijos de la chica que alguna vez había amado.

Aun así no se hacía caso.

- Billie Joe y tú?-. La pequeña le sonrió ampliamente.

- Yo me llamo Charlotte, pero Emy me dice Chuck. El es Nick-. Agrego apuntando hacia un costado a su hermano, quien jugaba con lo que parecía una rama.

- Así que Emily… sabes, yo era amigo de ella-. No sabía si golpearse contra el suelo o simplemente arrancar de ahí. – Bueno, hace mucho tiempo, no creo que logre recordarme-. Dijo luego, con una sonrisa amarga-.

- ¿Y qué pasó? .Mamá nunca habla de ti-. Por muy inocente que fuera la pregunta no pudo dejar de sentirse frustrado. “Es obvio que nunca habla de ti, tarado”

- If my memory serves me right, I’ll never turn back time… forgetting you but not the time-. Recitó luego de un suave suspiro. Se sentía mas liberado, aun que era de suponer que se encontraría con la cara de la pequeña quien lo miraría con extrañadísima.

- Eso sonó bonito. ¿Qué es?-.

Le sonrió escasamente y separo los labios para poder emitir algún sonido. Pero, ¿Qué le podría contar a alguien que no tenía la mínima idea de que era sufrir?.

- ¡MIRA CHUCK!-. Gritó hacia un costado Nicholas, al parecer había encontrado algo interesante. La chica se levantó de la banca y dejó sobre ella un sutil peluche.

Le fue imposible no despegar los ojos de aquel muñeco y como no, aquella pequeña le traía la extraña sensación de estar con Sophie.

- ¡CHICOS!-. Se oyó a lo lejos. Era una voz muy familiar para Billie Joe, no hacia mucho se había topado con aquella persona. De pronto la figura alta y corpulenta de Matt apareció por entre un caminito de tierra, al parecer buscaba a sus hijos. -¡Hey!-. Dijo agitando brevemente la mano en señal de saludo a Billie. Este le movió la cabeza.

- ¡Acá Matt!-. Espetó de la misma forma Charlotte.- Mira lo que Nick encontró-.

El pequeño retrocedió cuidadosamente, cubriendo algo por entre sus manos. Las abrió y desde su interior una hermosa mariposa de un color anaranjado estiraba sus alas.

Los demás sonrieron maravillados.

- ¿Por qué no la dejas ir?, tengo algo para ustedes-. Dijo Matt después de unos minutos, estirando un celular hacia los pequeños.

- ¿Es mamá? -. Espeto Chuck entusiasmada. El mayor afirmo con la cabeza. El otro chico, dejo libre al inofensivo insecto y se unió a su hermana para poder escuchar a su madre desde la otra línea.

Ninguno de los dos era capaz de emitir movimiento alguno. El por un lado, ya que sentía que la chica se sentiría incomoda. Ella por el otro, no quería ser consciente de que aun sabiendo que estaba mal se dejaba llevar por aquel jueguito divertido.

El agua comenzaba a enfriarse. El cuerpo de Emily comenzó entonces a convulsionar levemente por el frío.

- ¿Qué pasa?-. Exclamó en un susurro algo ronco él. La chica salió del trance en que se había sumergido y giro levemente la cabeza, sin despegar aun así, los ojos de la cortina de baño.

- Nada. ¿Debería pasarme algo?-. Respondió en cambio ella.

- No lo sé-. Expreso él, acomodándose más aun detrás de Emily apoyando su cabeza por sobre sus hombros.- ¿Crees que esto seguirá bien?, digo… éramos amigos-.

- ¿Éramos?-. Inquirió la chica girándose completamente hasta quedar en frente de él.- Yo aun creo que lo somos. ¿Tú no?... osea, se que… que lo que estamos haciendo está mal pero a mí no me acompleja. Yo estoy bien y creo saber que tu igual. ¿Debería cambiar eso en algo?-.

- No quiero que después…-.

- Que de la noche a la mañana, ¿pueda estar enamorada de ti?-. Le interrumpió Emily entre sarcástica y seria.- Por favor Billie, no podría llegar a tanto-.

El hombre esbozó una pequeña sonrisa de alivio. Por tan solo unos segundos había creído que ella, su más fiel “nueva amiga” podría caer.

- Eso me deja más tranquilo… pero hablando seriamente Emily-. Le tomo el mentón y la hizo que clavara su mirada en la de él.- Si alguna vez llegara a pasar algo… algo así, dímelo. ¿Ok?-.

La chica asintió afirmativamente con la cabeza.

- ¿Cómo esta todo por allá?-. Preguntó Emily a su hijo luego de que este la saludara con entusiasmo.

- Bien… ¿Te dijo Matt que estamos en el parque?. ¡ENCONTRE UNA MARISOPA!-. La joven lanzo una risa al escuchar tamaña equivocación.

- Amor, es mariposa-. Le corrigió con ternura.-¿Esta tu hermana por ahí?-.

- Está al lado mío burlándose de mí-. Dijo con molestia mientras la miraba con los ojos entrecerrados.-Te la paso. Te quiero… Adiós-.

La culpa por estar perdiéndose una etapa tan linda con sus hijos la carcomía. Pero aun así, se relajaba un tanto porque al saber que teniendo a alguien como Matt a su lado y que este cuidaba tan bien a sus hijos la dejaba más tranquila.

Se escucho una pasada de teléfono de mano en mano y una sutil respiración por el teléfono.

- Hola amor-. Saludo primero Emily con entusiasmo.- ¿Chuck?-. Preguntó al no escuchar respuesta a su saludo.- ¿Hay alguien ahí?-.

- ¿E-Emily?-. “Esa voz… he oído esa voz antes. Me es tan conocida”.- Ho-hola… Soy Billie Joe-. “Como no”.

El corazón de la joven comenzó a bombardear más sangre, dejándole hasta un pequeño dolor en el pecho. Hacia tanto que no escuchaba su voz que era casi un fuerte dolor de jaqueca volverla a escuchar. Cayó de sopetón al sofá del departamento.

- Dame a Matt-. Espeto ella con una voz ronca de furia.

- Espera por favor… son, son muchos años sin saber de ti. No me hagas esto, solo…-.

- ¿Qué no te haga qué?, perdóname Billie pero no estoy de humor para escucharte-.

- ¿Ni por los buenos tiempos?... vamos bonita, sabes que estas tan sorprendida que yo-.

- ¡NO ME LLAMES ASI!-. Exigió ella temiendo que Matt estuviera cerca de ellos.- ¿Dónde está Matt?-.

- Está lejos de acá, jugando con tus hijos. ¿Cuándo me ibas a decir que habías tenido hijos?. De verdad que debemos hablar… son, son tantas…-.

- Pues perdóname por no avisar, de seguro estarías muy ocupado con tus giras y con tu familia. ¿Crees que sería tan estúpida para llamarte?-.

- ¿Por qué esa rabia bonita?, Que te hice. Vamos, dímelo-.

- No tiene caso-. Tenía el impulso de querer cortar, pero algo la hacía querer seguir en el teléfono.

Se escucho una risita.

- ¿De qué te ríes?-. Preguntó a la defensiva Emily.

- Sabes… Al ver a tu hija me es imposible no compararla con Sophie-. El cuerpo de la chica se tenso por completo, dejando que la mano apretara mas a un el auricular del aparato. “Como se atreve”.

- De-debo irme-. Respondió ella en cambio, evadiendo cualquier cosa.

- No, por favor. Debemos hablar, necesito saber cosas… hazlo por los buenos tiempos-. Le importaba una mierda si sonaba tan rogativo. Debía tratar de convencerla.

- No… no lo se-. Respondió indecisa.-No se cuanto me lleve estar acá-.

- Por favor…-.

- Es-está bien, yo le aviso a Matt-. Dijo ya cansada de tanta suplica.- Adiós-.

Comenzó a bajar lentamente el teléfono desde su oreja. Había hablado con Emily, eso ya era un gran logro… aun que lo hubiera mandado al mismísimo infierno había podido escuchar su voz. Sabía que nada mas podía conseguir, la chica estaba muy rara con él pero era lo que se merecía, ¿no?.

Regreso a paso firme donde los demás. Toco el hombro de Matt para que este se diera vuelta y con una extraña sonrisa en el rostro le hizo entrega del aparato.

- Gracias-. Dijo esbozando una sonrisa enorme. Sin más, sin siquiera escuchar lo que el otro chico le respondía, giro sobre sus talones y se encamino hacia cualquier lugar.

¿Todo empezaba a cambiar o tan solo era una forma de meterse en problemas?, ¿problemas?.

3 comentarios:

  1. JAHSJASDJGSAJFASFA HABLARON CTM HA-BLA-RON *O* necesito el próximo capítulo o me mato, mi vida está en tu historia (??? xDDDD
    Amé este capítulo <3 I need more please

    ResponderEliminar
  2. WAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HABLARON *-*
    mas mas mas mas :3

    ResponderEliminar